Todas las aplicaciones que se presumen gratuitas en realidad no lo son, su forma de obtener ganancias es por medio de los anuncios que publican o por nuestra información que puede ser utilizada para que ellos obtengan algún beneficio. Un ejemplo es Facebook, que con la información que recaba de cada uno de sus usuarios puede realizar campañas publicitarias muy específicas (las cuales venden), segmentadas por edades, sexo, nivel de estudios, trabajo e incluso pasatiempos (Sabias que cada persona ve en su perfil anuncios dirigidos especialmente para ella, si has platicado con algún amigo por medio de esta red social que quieres comprar algún producto o lo has buscado en Internet, ten por seguro que vas a ver un anuncio de ese artículo en tu perfil).


Conoce que permisos les concedemos a las siguientes redes sociales, al momento de aceptar sus políticas de privacidad:

Facebook

Si compartes una foto o video en Facebook, das permiso para almacenarla, copiarla y compartirla con otros (de conformidad con tu configuración).

Puedes eliminar cualquier contenido que subas a Facebook, sin embargo, este se queda en una plataforma en copias de seguridad por tiempo limitado, aunque los demás usuarios no podrán verlo. Asimismo, el contenido que elimines puede seguir siendo visible si lo has compartido con otras personas y estas no lo han borrado.

Nos concedes permiso para usar tu nombre, tu foto del perfil e información sobre las acciones que realizas en Facebook junto a anuncios, ofertas y otro contenido patrocinado que mostramos en nuestros Productos, o en relación con ellos, sin recibir compensación de ningún tipo.

Dentro de los términos que ofrece Facebook para poder utilizarlo es que se exime de toda responsabilidad, ya sea explícita o implícita, incluidas las responsabilidades implícitas de comercialización, adecuación a un uso concreto, título y no infracción. Ya que no se tiene control ni influencia sobre lo que las personas hacen o dicen. Asimismo, no son responsables de sus comportamientos o acciones, ya sea dentro o fuera de Internet, ni del contenido que comparten, incluido aquel que pueda resultar ofensivo, inapropiado, obsceno, ilegal o cuestionable.

WhatsApp

Cuando aceptamos WhatsApp le damos permisos sobre nuestros:

  • Contactos.
  • Cámara del móvil.
  • Memoria.
  • Micrófono.
  • Sms
  • Ubicación.
  • Propio teléfono.

De igual manera aceptamos que ellos no se hacen responsable de la información que nosotros como usuarios subimos a nuestra red social.

En la sección contactos veremos que WhatsApp tiene permisos para buscar cuentas en nuestro dispositivo, leer nuestros contactos e incluso modificarlos. En lo que al uso de la cámara se refiere, WhatsApp puede hacer fotografías y grabar vídeos con la cámara de nuestro móvil, así como grabar audio con los permisos sobre el micrófono que le damos.

Sin duda, sorprende ver cómo WhatsApp puede leer datos de los contactos almacenados en nuestro móvil, así como la frecuencia de las llamadas y los correos, pero es que además, permite a las aplicaciones guardar los datos de los contactos. Por lo tanto, aplicaciones maliciosas puede compartir los datos de nuestros contactos sin que nos enteremos e incluso eliminarlos. Los permisos de WhatsApp sobre nuestra cámara de fotos, hacen que la aplicación de mensajería pueda hacer fotografías y grabar vídeos sin que nosotros lo sepamos.

Los permisos de WhatsApp sobre nuestra memoria le permite leer, modificar o eliminar contenido de nuestra tarjeta SD. Pero además, tiene otra serie de privilegios para espiar nuestros SMS. Los permisos de WhatsApp sobre los SMS permite a la aplicación recibir y procesar mensajes SMS. Esto significa que la aplicación puede monitorizar o eliminar mensajes enviados a nuestro móvil sin que lo sepamos. Pero esto no es todo, ya que el hecho de poder también enviar SMS.

WhatsApp también puede conocer nuestra ubicación aproximada si los servicios de ubicación están disponibles y activados. Con este permiso, WhatsApp puede saber dónde estamos en cada momento. Y si nos fijamos en los permisos de WhatsApp sobre el teléfono, podremos ver que la aplicación puede acceder a las funciones del teléfono para conocer el número con el que estamos hablando cuando estamos realizando una llamada, entre otras cosas.

Instagram

Los permisos que le concedemos al instalar dicha aplicación son:

  • Escribir y publicar en la red social en nuestro nombre.
  • Leer nuestros contactos.
  • Acceder a nuestro correo electrónico o mensajes.
  • Conocer nuestra ubicación.
  • Leer nuestros archivos, normalmente fotos y vídeos.

No debemos olvidar que aunque las redes sociales tengan métodos de seguridad para los usuarios para que dichas cuentas no sean vulneradas o sean utilizadas para cometer algún delito, todas y cada una de ellas no se hace responsable de los daños y perjuicios que con estas se puedan cometer, por eso debemos tener en cuenta que es lo que queremos compartir al momento de subir alguna imagen, video o foto, de igual manera tomar la medidas necesarias para la configuración de privacidad que ponemos a cada una de nuestras redes.

¿Qué concedemos a Twitter cuando aceptamos la aplicación?

Cuando aceptamos la aplicación de Twitter, la responsabilidad de todo contenido, pública o privadamente difundido, recae en el autor de dicho contenido.

  • Acceso al calendario: Permite tanto leer como editar y crear nuevos eventos en el calendario. El peligro está en que modifique algo importante o se elimine del calendario. Además, puede usarse para controlar a un usuario al conocer la actividad que está realizando en cada momento.

  • Acceso a los contactos: Con este permiso la aplicación solicita poder entrar en nuestra lista de contactos, editarla, añadir nuevos y también acceder a la lista de cuentas de servicios cuyo acceso tengamos activado a través del móvil. Evidentemente esto puede suponer un filón para los que se ganan la vida enviando spam o incluso para los estafadores, más aún en el caso de entrar sin permiso en nuestras cuentas y actuar de manera fraudulenta con nuestros perfiles.

  • Acceso a las cámaras: Permitimos a una app tomar fotos y grabar vídeos por sí misma con el asalto a la intimidad que puede suponer esto, sobre todo si cae en malas manos.

  • Acceso al almacenamiento o memoria: Ya sea a un sistema de almacenamiento externo como la tarjeta SD o al almacenamiento interno, donde se autoriza a que lo lea o incluso a que almacene allí archivos. El peligro está, obviamente en la recopilación de nuestros datos, pero también en la copia o destrucción de archivos de interés que podamos custodiar.

  • Acceso al micrófono: Al permitir el acceso de la app a nuestro micrófono nos exponemos a que se graben nuestras conversaciones telefónicas o incluso actuar de micrófonos espía en cualquier otro momento.

  • Acceso a mensajes de texto: Permite que la aplicación envíe mensajes de texto (SMS, MMS o incluso mensajes tipo push WAP) lea los mensajes guardados o reciba nuevos. Hay que tener especial cuidado con este permiso, ya que es el que más utilizan los ciberdelincuentes para suscribirnos a servicios de pago no deseados.

  • Acceso a sensores corporales: Permiso ligado con el uso de wearables. Con ello damos datos sobre nuestra salud que normalmente pertenecer a nuestra vida privada.

  • Acceso a la ubicación: Permitimos que la app sepa en todo momento donde nos encontramos, bien a través de GPS, bien a través de las antenas móviles o el Wi-Fi. Esto puede ser usado por delincuentes para saber en qué momento no estamos en casa y también puede suponer una intrusión agresiva de publicidad a través de notificaciones, por ejemplo, las que nos piden que valoremos el restaurante en el que acabamos de comer o que subamos a una red social la foto que acabamos de hacer en un determinado lugar.

  • Acceso al teléfono: Con ello autorizamos a leer el estado del teléfono, saber el número del mismo, conocer el estado de la red móvil, hacer llamadas, conocer el histórico de las mismas, añadir mensajes de voz, gestionar llamadas colgando o descolgando e incluso redireccionando a otro número. El peligro está en que la app conocerá todos los datos de voz que se hayan hecho desde el móvil y además puede hacer llamadas a servicios de pago sin nuestro consentimiento.

  • Permisos adicionales o permisos de acceso especial. Suelen ser permisos específicos de algunas apps. Hay que vigilarlos especialmente por ser la puerta de entrada habitual de los virus y malware.

La edad permitida para poder tener una cuenta debe ser de 13 años en adelante, está prohibido la publicación o promoción de material con desnudos integrales, imágenes, videos o juegos pornográficos, dibujos pornográficos, semidesnudos, ropa sugerente o transparente, posturas obscenas o provocativas, primeros planos de pechos, nalgas o genitales.