A medida que las amenazas evolucionan nos damos cuenta de las necesidades de proteger. Las empresas no son ajenas a dicho problema, y ante tal necesidad existen los denominados “algoritmos de cifrado”. Hoy en día cualquiera puede usar dichos algoritmos para proteger su información. Estos algoritmos son tan potentes que hasta los “hackers” los usan para crear su propio “software”, y así evitar que nadie pueda leer el contenido del mismo.
Existen dos tipos de cifrado atendiendo a las características de las claves de cifrado, estos son el cifrado simétrico y cifrado asimétrico. El cifrado simétrico, también conocido como cifrado de clave secreta, es la técnica más antigua y en ella se utiliza la misma clave para cifrar y descifrar la información. El cifrado asimétrico, o cifrado de clave pública, es una técnica de codificación más segura y más reciente en la que se utiliza un par de claves diferentes para el cifrado y descifrado de información.
Pero, ¿qué herramientas hay disponibles para poder cifrar nuestra información? Existen en el mercado infinidad de productos para ello y hoy en día prácticamente todos los sistemas operativos incluyen de forma nativa herramientas que nos permite cifrar nuestros datos. La mayoría de las herramientas utilizan AES, que es un cifrado adecuado para los más altos niveles de confidencialidad, aunque también existen otros tipos de cifrado. Estas herramientas nos permiten cifrar toda la unidad o archivos previamente seleccionados.
Por ejemplo en todas las versiones de los sistemas operativos Windows disponemos de la herramienta EFS y a partir de su versión 7, disponemos de una herramienta llamada Bitlocker, con una interfaz gráfica muy intuitiva, que nos permitirá cifrar de manera muy simple nuestra unidad o nuestros archivos, depende de lo que queramos.
Para los sistemas operativos Linux, disponemos en todas sus versiones de una herramienta de cifrado llamada GnuPG, mientras que en el sistema operativo de Apple (macOS) disponemos de la herramienta FileVault 2, también disponible en todas sus versiones. Pero además de las herramientas integradas en los sistemas operativos, para cifrar archivos sueltos, disponemos de esta opción en las herramientas de compresión, que nos permiten cifrar el contenido de archivo comprimido utilizando una contraseña introducida por nosotros.
También, existen aplicaciones de software libre específicas de cifrado que nos permitirán mantener nuestros datos seguros de manera gratuita. En nuestra infografía de hoy, te mostramos de una manera gráfica qué opciones tenemos para cifrar nuestra información. Ahora ya no tenemos excusa, utiliza la herramienta que más te interese y protege tu información… ¡cífrala!
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